La miniserie que nos ocupa, Agentes de Atlas, fue una gran sorpresa cuando se publicó hace unos años en EEUU. Es un movimiento arriesgado consistente en integrar en la continuidad a un grupo de personaje de los años 40-50, anteriores a la fundación de Marvel Comics. Es fácil entender el por qué de las buenas críticas desde las primeras páginas, que cumplen su función de poner sobre aviso al lector de lo que se va a encontrar: acción y aventura en un ambiente desenfadado, intenso y divertido, lleno de sorpresas y buena caracterización. Y lo mejor es que, a medida que lees, a medida que se va descubriendo la trama y conoces a los personajes en mayor profundidad, se va haciendo más interesante.
Agentes de Atlas es una historia de aventuras a la vieja usanza, en la que un grupo de aventureros/investigadores/superhéroes deben desentramar un misterio y acabar con una malvada y enigmática organización criminal que lleva haciendo de las suyas desde los años 50. Los avances están bien distribuidos a lo largo de los seis números, dedicando los primeros a establecer la premisa, dar a conocer a los protagonistas y atribuirles unos rasgos y características definitorias, además de explicar su actual estatus. Todos tienen una historia interesante detrás – algunos orígenes podrían tener su propia miniserie sin demasiado esfuerzo – y personalidades diferentes pero agradables: hay personajes enigmáticos sin ser inescrutables, arrogantes sin ser insoportables, y divertidos sin ser payasos. Cada uno tiene un rol, un papel definido y divertido.
Además de la construcción de la historia y la caracterización, hay muchos aspectos divertidos. Parker trufa la miniserie de pequeños enigmas, incógnitas y misterios, de modo que cada número contiene una sorpresa, aunque la verdad sea dicha, una en particular en bastante barata y poco inspirada. Entre todas consiguen enganchar, y unidas al hecho de que cada ejemplar tiene una buena dosis de acción y aventura, el entretenimiento está garantizado. El desenlace también es muy satisfactorio, y es donde tiene lugar la gran sorpresa que sirve de punto de partida para la miniserie, y es un forma fantástica de “pasar la antorcha”, en forma y contenido. En suma, la estructura de Agentes de Atlas como miniserie es ideal: bien pensada, elaborada y escrita, con números jugosos, muchas cosas atractivas que se alejan del objetivo principal y buen ritmo. La edición de Panini incluye un número extra sobre el grupo (un Giant Size Marvel Adventures) que básicamente es una historia de aventuras y acción con los Vengadores y todo lo que hace interesante y divertida a la miniserie.
En cuanto al dibujo de Kirk es notable, y apropiado. Por un lado, es muy versátil y bueno en todo cuanto hace: anatomía, expresividad, composición de página – hay que reconocer su habilidad como narrador, aspecto en el que destaca –, buen manejo de las conversaciones, y un alto grado de detalle en las escenas más complejas, con contenido o con algún momento impresionante que hay que realzar: profesional en todos y cada uno de los aspectos que ha de cubrir un dibujante. No hay nada que se le resista. No obstante sus diseños, su estilo en general, puede resultar un poquito descafeinado.
Agentes de Atlas es una serie muy recomendable y accesible para cualquier aficionado a los superhéroes y las aventuras. Tiene la estructura óptima para esta clase de historias, una caracterización esmerada, acción y muchas, muchísimas ideas interesantes relacionadas con los protagonistas, el desarrollo de la trama… Ofrece algo nuevo, divertido y sorprendente en cada ejemplar: funciona número a número y como un todo, trabaja bien los sub-argumentos, los explica detalladamente y los cierra con estilo. Si todo esto no te convence, también hay una buena cantidad de humor y del espíritu optimista y osado de las grandes aventuras. Si tampoco te convence eso, además tiene un dibujo sólido y completo. Y como guinda, tiene un gorila parlante. Y si esto último no te convence, entonces te has equivocado de afición.
Frikisaludos!!!
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